MIS MIEDOS
Quien me conoce siempre ve en mí una persona alegre, quizá fuerte y segura de sí. Eso me da miedo; muchas veces no soy lo que ellos creen. Estos meses estoy muy cerca de alguien que amo mucho, pero sé que en cualquier momento ya no estará más. Cuando converso con ella le doy ánimo, valor; pero ¡Dios, quién me lo da a mí!
He tratado de alejarme un poco porque esto me deprime demasiado,
más que mis problemas de amor. Ella me reclama y dice que me necesita a su lado; algunas personas me han llamado egoísta y cobarde, porque ella sufre y yo me alejo. Si supieran que paso noches enteras sin poder dormir, llorando, algunas veces reclamándole a Dios por qué hace esto, pidiendo perdón por mi atrevimiento y rogando por un milagro.
He querido dejar todo por estar ahí mañana, tarde y noche, con ella; cuando lo he intentado me ha ganado el miedo dando media vuelta, sintiéndome cobarde renegando de mi actitud, admirando su valentía en la lucha diaria, arrebatándole tiempo al tiempo por tres motivos muy grandes que la vida le ha dado: sus tres hijos.
Camino sin rumbo mirando a mi alrededor pensando en todas las personas que quiero preguntándome por qué el ser humano se prepara sólo para la vida y no para la muerte si es parte de nosotros…
Después de dos semanas fui a verla, la encontré en cama, me senté a su lado, tome su mano y solo la contemplaba, quería abrazarla fuerte, llorar hasta el cansancio y pedirle que no se vaya
que nunca nos deje. Me miró y como dándome consuelo me dijo con su voz muy baja:
Gracias por estar aquí por venir a verme. Yo sé que estás triste; pero, no quiero que mi partida sea motivo de tristeza. La vida continua y sí llorar te hace bien hazlo, de esa forma podrás desahogarte. Yo sé que me amas y eso me hace feliz; no tengas miedo que hoy no es el día. Pero, cuando cierre mis ojos no quiero que llores, tú eres mi hermana, tu tienes que darle fuerza a mis hijos: Carito, Diego y Andrea.
Cerré la puerta del cuarto y me eché a llorar abrazándola, prometiendo ser fuerte, resignada a todo.
TE AMO ROXANA