domingo, abril 29, 2007

José siempre estarás en nuestros recuerdos



No sé por donde empezar,he pasado por situaciones muy difíciles,
aún no puedo superar del todo la muerte de alguien que fue especial en vida.

Mande a la mierda mi depresión y las noches en sobresalto
por tratar de sentirme mejor...

Hoy apenas hace unas cuantas horas pierdo un gran amigo.

En estos momentos en el que escribo no puedo evitar llorar y preguntarme una

y mil veces ¿¿porque pepe?? ¿por qué tú?

putamadre cholito
¿quien mierda me va a joder como tú?

quien ira a joder a mi casa y tenerlo al borde de la locura a mi viejito y a mis hermanos;
con quien vamos a compartir la mesa en fechas especiales;tantas cosas carajo!!!

Quisiera hacerme la idea que nada de esto esta pasando y solo es una maldita pesadilla...

lejos de la amistad te llevas las risas y la diversión de la gente del barrio;
regresa con un abrazo que consuele esta pena y este dolor ...
no sé que hacer no tengo fuerzas para nada


DESCANSA EN PAZ AMIGO
DESCANSA EN PAZ PEPE

sin discordia wisin sin discordia

martes, abril 24, 2007

Juanito y su huacatay mágico

Esta la historia de E… Uhmm… No. Vamos a llamarlo “Juanito y su plantita” o quizá mejor, “Juanito y su huacatay mágico”.


Érase una vez un muchacho universitario que tenía una plantita a la cual cuidaba con mucha dedicación y amor. Su mamá, doña Alicia, sorprendida por esto, un día pregunto a Juanito:
- ¿Hijo, desde cuándo te gustan las plantitas?
- Mamita, desde que entre a la universidad siento un amor especial por la naturaleza. No sabes lo que me relaja criar esta plantita.

Doña Alicia enternecida con la respuesta de su hijo prometió cuidarla, cuando él no este en casa. Agregando;
- Ah por cierto están bien verdecitas las hojas de tu plantita de huacatay.
Juanito sólo sonrió.

Pasaron los días y llegan de visita dos primas de doña Alicia, Conchito y Marita. Toda la mañana se la pasaron charlando. Pensando en que Conchito prepararía una crema a la huancaína o, quizás, una crema de ocopa… finalmente decidieron por lo segundo.
De todos los ingredientes solo faltaba el “huacatay" para darle ese gustito rico y ese color verde a la crema de ocopa.

- Voy a comprar huacatay –dijo Marita.
- No ¡Ahí mi Juanito tiene bastante huacatay! –se apuró a decir doña Alicia. Voy por las ramitas para licuarlas.

Después de algunas horas llegó Juanito de la universidad. Lo primero que hacía cuando llegaba a casa era ver su plantita mágica.

- ¡¡¡Nooooo!!! ¡¡¿Qué pasó?!! –exclamó.

Grande fue la sorpresa de Juanito al encontrar su plantita deshojada. Pálido de la impresión, escuchando al mismo tiempo unas carcajadas que provenían de la cocina. Cuando este se fue acercando a la cocina para buscar a doña Alicia y preguntar qué pasó.

- ¿Mamá? ¡Mamááá! ¡Tía Conchitooo! ¡Tía Maritaaa!

Ellas estaban sentadas encima de la mesa carcajeándose de sus caras una de la otra, del techo, del piso, de los cubiertos, y sobre todo de la cara de imbécil de Juanito.

Habían preparado una rica ocopa de skan…

Y ellos ¿fueron felices para siempre?
Uhmmm, no. Sólo hasta que terminó el efecto.

Esta historia esta basada en hechos reales. Los nombres han sido cambiados para proteger la identidad de los pastrulos participantes.

sábado, abril 14, 2007

Buscamaridogringo.com

El año pasado, en el mes de septiembre, recibí la invitación de una amiga, Kelly, para ir a una reunión social aparentemente, relacionada con su trabajo. Seria en un hotel de miraflores.
Ella no quería ir sola porque en dicha reunión estaría èl, nada menos que “amor de su vida”.
Bue... acepté.

La única condición era ir con vestido, sacrificio que solo hago cuando alguien de mi familia o un amigo se casa, nada más. Lo pensé mucho y llegué a la conclusión de siempre: vestido no, es incomodo, por último sólo conozco a Kelly, iría con pantalón de vestir.

Ahora bien en todo este asunto había algo raro, nada malo, pero, raro.

Dos semanas antes de la reunión Kelly llamo diciéndome: Lisita, para que no te sientas incomoda puedes llevar una amiga a la reuna, habrán americanos...
Uhmm… seguía sin entenderlo, sin preguntar nada y me ganó la curiosidad.
Como para sentirme bien le conté este rollo a mi amiga Mónica, una gordita ojiverde, muy guapa. Ella me dijo: bueno, está bien, sólo déjame pedirle permiso a mi esposo…
Le salió con el cuento que iría a una ceremonia donde estudio en representación de mi madre (esto ya parece colegio). El esposo aceptó. Se quedaría un sábado por la noche cuidando a sus hijos…

Llegó la noche de la reunión. Enrumbamos a Miraflores. Ya en el lugar nos encontramos con Kelly.
Cuando ingresamos al lobby del hotel habían varias chicas con vestido muy escotados o, como siempre digo, “putones” y “reputones”, uno que otro elegante, pero, el resto ¡¡Dios!! Qué huachafas, caminaban de un lado a otro como diciendo “mírame yo soy sexy y solterita”. Nos dimos cuenta que estaban sentados 10 negros mirando a cada una de estas chicas que pasaban. Recuerdo que hicimos alguna broma sobre esto.
Antes de ingresar al salón de baile se acercaron unas señoritas y nos entregaron unas hojas diciendo: - Llenen, por favor, sus datos personales, correo electrónico, luego con la copia de esta hoja pasen al cuarto de foto.
Nos pusimos rojas repitiendo al mismo tiempo
- ¡Ah! ¿Cuarto de foto?
Se acercó Kelly y algo avergonzada, sin saber como explicar lo que pasaba, dijo:

- Chicas, chicas, no piensen mal, es solo una sesión de fotos.
- Ya, y… ¿Para qué?
- No piensen mal, que esto es un "Busca Pareja". Van a publicar sus fotos en el Internet con sus datos y las personas interesadas en ustedes enviaran mensajes a sus correos. ¿Qué dicen, chicas? ¿Se animan?
- Ok, ok Kelly. Pensé que era una reuna relacionado con tu trabajo.
- ... Las dejo, voy a tomarme mis fotitos.
Sonora carcajada entre Mónica y yo.
- ¿Qué mierda hacemos aquí?

- Mónica, tú toda una señora y buscando otra pareja.
- Lis, amiga, tienes veinticinco años ¿Acaso no tienes pretendientes?

Seguíamos con la risa y todo lo tomábamos a broma. Llenando las hojas con datos falsos. Cuando nos tocó entrar al cuarto de foto estaba lleno de chicas, ridículas y fajadas. Todas, absolutamente todas, se miraban con odio, como diciéndose “hoy consigo marido gringo y tú no por fea”.
Llego la hora de tomarnos fotos, Mónica saco el lado sexy que ni ella misma conocía ¡Caramba! Yo, aunque la risa me ganaba, no puedo con mi carácter maniático para las fotos ¡Cómo me encantan!

Luego de esta sesión de fotos ingresamos al salón de baile ¡Vaya que había más sorpresas! Era un asilo de ancianos; todos pasaban los cincuenta. Vimos un tío con collarín, otro con la columna desviada, y a los hermanos gemelos de mi viejo y su compadre... Treinta y cinco hombres en busca del amor de una latina bien taipá, a lo J-Lo. Cada uno de ellos se presentó; un tal Erick se animó a decir:

- “Hola Perrrrrúúú, los amerricanos estarr de moda”.
- ¡Calla, mierda! UPS

Provocando risas entre las invitadas. Para estos tíos hubo un total de doscientas mujeres… Perdón, ciento noventa y ocho, excluyendo a quien escribe y Mónica.


Después de la presentación se animaron bailar cada uno rodeado por un grupo de mujeres. Sólo habían diez traductoras para ciento noventa y ocho aguantadas y treinta y cinco ancianos.
Por ahí se apareció un negrito guapetón llamando la atención de Mónica. Misma lanza, me animé a buscarle el habla.
¡¡Uy, mierda!! No hablo ingles. A buscar a una traductora. Risas van y vienen y la gorda de mi amiga que me hacia ojitos parta retener al negrito guapetón.
Ya empezaba a sentirme estúpida, la traductora tenía que seguir con otras parejas y se fue. La verdad, me llegaba. Pero, Mónica quería hacerle el habla al tío diciéndole en voz muy alta como si el tipo fuese sordo.
- ¡¡¡Ho-la!!!
- Hello.
- Am… ¡¡¡Yo-lla-mar-me-Mó-ni-ca!!!
- Ok, ok Múnica
- ¡¡¡Y-e-llaaa-ser-miii-a-mi-gaaa!!!
- China –dirigiéndose a mí– ¿Cómo se dice naranja en ingles?
- Orange.
Mónica hizo un gesto con la mano como si estuviera cortando algo y dijo: - ¡¡¡¿Túúú-es-tásss aquiiii-por-tu-meeediaaa-orange?!!!
Entré en estado de shock por tanta risa. No podía creer nada de lo que estaba sucediendo.

La música que habían puesto era de Daddy Yankie. Nos sacó a bailar y lo único que el tío decía era: ¡Ah, Daddy Yankie!
- Sí, huevón, es Daddy Yankie –que bueno que eso no me lo entendió.
Mónica reía por lo que yo dije y por la cara de felicidad del tío por haberle dicho "huevón".
Por ahí apareció una tía ochentena, peinada y vestida como de esa época, con una flaca que parecía la hermanita menor de Tula Rodríguez, antes de las cirugías, así, bien malcriadita de cara. La tía fue lanza, se metió a bailar con nosotros, mientras que “Tulita”, estaba a un lado esperando que la llamen. La tía de los ‘80, hablaba algo de inglés y cuando nos dimos cuenta, parecía que Cupido había flechado al negrito y a “Tulita”, porque se daban unas miraditas... Y para no hacer mal tercio nos despedimos. Busqué a Kelly. La muchacha estaba entretenida con algún tío.

Tomamos un taxi, llegamos a casa, contamos esta historia a mi hermana y sus amigas.
Lo buenísimo, riquísimo y repetitivo de todo esto fue, finalmente, la causa y el pisco que nos dieron de entrada… ¡¡Nada como lo peruano, carajo!!

martes, abril 03, 2007

DE PERROS

Hace poco leí un post de un perro suicida y eso me hizo recordar al perro que criaba mi amigo Mario, al que bautizó como “El Bolas” o simplemente “Bolas”.
Era gracioso cuando Mario llamaba a su perro ¡¡Bolassss, Bolassss!!
A veces el perrito se desaparecía y Mario preguntaba ¿Han visto a mi Bolas?

Por qué le puso ese nombre, no lo sé, y tampoco quisiera saberlo, pero conociendo lo loco que es el dueño, eso no sorprendía. Era aún más gracioso, un cague de risa, cuando habrían la puerta y Bolas salía corriendo y la mamá de Mario, una señora provinciana que inocentemente salía tras del perro para hacerle pasar a la casa, llamaba gritando:
¡¡Métete, Bolas!! ¡¡Bolas, adentro!! ¡¡Pasa Bolas!! ¡¡Bolas métete!!
Pobre tía, era la burla de quien pasaba por su calle y más de los palomillas de la esquina que la imitaban y hablaban de más...
Un día un amigo y yo estábamos sentados conversando en la esquina de mi casa y veíamos que Mario pasaba a cada rato con su carro, hasta que en una de esas frenó muy cerca de donde estábamos y nos preguntó si habíamos visto a su perro, le dijimos que no. Mario estaba colgadazo; muy triste dijo: pucha hace dos días que no está el Bolas, lo he buscado por todos lados y nada creo que se ha escapado.
Mario se fue y seguí conversando con mi amigo...
Al día siguiente yo pasaba por la casa de Mario y vi que sacaban de su casa un bulto grande en una bolsa negra que metió en la maletera del carro, me pasó la voz y dijo
- ¡Bolas ha muerto!
Lo encontraron tieso junto a la planta de marihuana que Mario tenia en su casa; se
había comido casi toda la planta… el Bolas murió pasado
¡¡¡Ptm que risa!!!
¿Suicidio? ¿Hambre? ¿Curiosidad? O quizá sólo era un perro ecológico, o como dice su amo.
- ¡Qué mierda! El Bolas murió en su ley.


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