miércoles, septiembre 12, 2007

Reza, cholita, reza

El día martes 06 de marzo tuve que viajar a Huacho, a la casa de mi tía Rosa para recoger unos documentos. Le pedí a mi amiga Liz que me acompañe, y ella dijo: bueno loquita, vamos pa’ Huacho.
En el bus le contaba a Liz la historia de los hijos de mi tía Rosa: tocaban zampoña, charango, quena y cantaban en los buses interprovinciales, hasta que un día unos franceses que viajaban a Trujillo quedaron impresionados con el arte de estos muchachos prometiéndoles un futuro en Europa, contratándolos para llevar su música por el viejo continente. Y así fue. Han pasado mas de veinte años y ellos siguen triunfando en Europa.
Liz quedó totalmente sorprendida con esta historia, dijo: oye loca, qué suerte la de tus primos.
En broma le respondí: la próxima vez que viajemos lo haré con mi cajón y tú cantarás. Quién sabe y nos encontremos con unos franceses y me lleven a cajonear por todo Europa y a ti te conviertan en la sucesora de Susana Baca.
Risas entre ambas.

Una vez llegadas a Huacho fui a la casa de mi tía. No la encontré pero dejo encargados los documentos que yo necesitaba. Nos despedimos y tomamos un carro hasta el ovalo de huacho para almorzar y luego ir a Chancay. Tenía otras cosillas que hacer por ahí.

Cuando subí a la combi que me llevó al ovalo saqué dinero del bolsillo de atrás de mi pantalón (no me gusta cargar billetera ni monedero), el cobrador, en una actitud media sospechosa, me dijo: señorita siéntese mas allá para que otro pasajero tenga espacio y yo le hice caso. Pasó la media hora del viaje y bajamos de la combi.
En la puerta de un restaurante meto la mano a mi bolsillo y… ¡Carajo! No tenía ni un puto sol.
Le dije a Liz: cholita, ya no vamos a Chancay y vamos a regresar a Lima “cantando”.
- ¡¿Por qué?! ¡¿Qué paso?!
- Liz, se me cayó todo el dinero.

Nos mirábamos y reíamos como locas recordando la historia de mis primos al tiempo que nos preguntábamos qué íbamos a cantar. Liz propuso la música de Papá Chacalón o reguetón y no parábamos de reírnos.
- Liz, latearemos rumbo a Lima.
- No. Ni cagando voy a latear por Pasamayo.
En eso recordé que dos semanas atrás había guardado veinte soles en el bolsillos pequeño de mi mochila.
- Liz, ruega que estén las veinte lucas ¡¡¡Reza, cholita, reza!!!

miércoles, septiembre 05, 2007

Sonido "F"

En la zona donde vivo, todos los fines de semana hacen una fiesta a la que llaman "Sonido F" a la que va todo tipo de gente. Particularmente no me gusta, porque a veces acaba en bronca, pero, tengo una amiga que suele ir. Un sábado, la gordita (120 kilitos) fue a sonido con su manchita y a mi amiga , como a mucha gente del barrio le gusta la salsa, y en sonido “F” siempre hay negros que la rompen bailando. Frente a la manchita de mi amiga, según como ella me cuenta había un chico alto, guapo, bailaba muy bien salsa ¡Ah, y sobre todo! era moreno. Ella no dejaba de mirarlo, tanto así que él también empezó a mirarla. Ella se puso algo nerviosa, pero continuó con la mirada seductora y le dijo a una de sus amigas ¡Cholaaaaa, el moreno de allá esta que me mira hace ratoooooo! Ya me estoy palteando (avergonzando).
- ¿Quién?
- Ese, el que baila bonito, el de pantalón crema y camisa a cuadros.
De pronto el moreno se fue acercando hacia ella, su corazón estaba a mil, las manos le sudaban y sentía que su enorme y voluptuoso cuerpo temblaba.
- Uy, segurito que ahora me va sacar a bailar ¡Qué palta!

Él se paró frente a ella, la gordita no podía creer lo que estaba pasando, le sonrió coquetamente como para entrar en confianza con él y este le dijo:
- ¡¡Oye gorda conchadetumadre, hace rato estás que me miras ¿Qué xuxa quieres conmigo? ¿Por qué me miras tanto mierdaaaaa?!! (Leer con voz afeminada, por favor.)
Mi amiguita se puso roja de la vergüenza, el morenazo era gay.

Él la barrió de pies a cabeza, dió un giro bien mariposón y regreso a su grupito.

Con semejante roche -y semejante cuerpo- no supo dónde esconderse. No quedó otra que quitarse del tono y jurar nunca más volver a "Sonido F"... y menos mirar negros.

Pobechita mi amiga. Cualquier fin de semana la invito al palacio de la salsa con los negros Lobatón para que se le pase el susto.

Sin querer queriendo me la desinflaron a la gorda.


Estadisticas visitas