¡¡QUE TAL CLÀSICO!!

Que fanático de fútbol en su vida no ha ido al estadio para alentar al equipo de sus amores,
ver un clásico como el de Universitario de Deportes y Alianza Lima en el Matute.
Yo no soy tan fanática como mis hermanos, pero, simpatizo con Alianza Lima. Muchas veces quise ir al estadio a ver jugar a la gente de alianza, pero cuando le pedía permiso a mi papá, su cara cambiaba, se ponía rojo como un tomate, creo que hasta el cabello crespo se le laceaba para decir:

- ¡¡NO!! TÙ NO VAS!!
- Papi, pero...
- ¡¡NO HE DICHO QUE NO !! Y no me hagas renegar.

Con mayoría de edad y todo, la palabra de mi viejo es ley.

Exactamente hace tres años un amigo Alberto, o Betico, me invito a ver un clásico. Pucha, el negro es fanático de Alianza Lima.
- Bacán -le dije- vamos.
Eso si, no diría en casa a donde iba.

Salimos; una vez que llegamos a la puerta del estadio, la gente estaba como loca cantando ¡¡Qué chévere!! Hasta que una puta cámara del programa teledeportes paso y el reportero se acerco a mí a preguntarme:
- ¿Cuántos goles le hace hoy Alianza a Universitario?
- ¡¡Dos - cero!! -respondí tímidamente y pensaba.
Cuando llegue a mi casa mi viejo estará viendo este programa y me dejara con los huesos molidos por arriesgada, pero no importa.

Una vez dentro del estadio betico me dijo:

- Negra espérame en tal sitio, yo regreso.
- ¿Pero, a dónde vas?
- Ya regreso, tú sólo esperame.
- Oiee, perooo... ok.

Uhmmm tenía que llegar al lugar donde él me había indicado, sólo que había un problema: el único camino que me llevaba a ese lugar era toda la barra brava.
- ¡¡Carajo, ahora qué hago!! -me decia.
Todas las chicas que pasaban por ahí les recontra metían la mano, las tocaban. Ni loca pasaría por ahí. Un tío iba a pasar con su niña de aproximadamente dos años, me miró y me pregunto:

- ¿No puedes pasar?
- Nuuuuuuuuuuuuuuuu
- Carga a mi hija y yo voy detrás de ti.

Fue de esa forma que cruce toda la barra brava. Cuando llegué al lugar que Betico me había indicado solo veía puros negritos.
- ¿¿Ahora, dónde carajo me siento si todo esta lleno??
cuando escuché una voz muy gruesa diciendo:

- ¡¡¡Denle permiso a mi sobrina para que se siente!!!

Levante la mirada, era un tío corpulento, se notaba que era muy alto y más negro que la aceituna. Le sonreí.

- Gracias señor... o tio??
Granputeando la hora en que acepté ir con Betico al estadio.

Una vez que empezó el partido fui relajándome, saltaba y cantaba:

¡¡Arriba Alianza Lima
Alianza Lima es el Perù
Que con su gloria y tradiciones
Hacen vibrar mi corazón...!!

Hasta le mentaba la madre al árbitro cuando sacaba tarjeta como si este me escuchara. Recuerdo que hubo una trifulca por culpa del "Puma" Carranza, ese mismo que quiso ser alcalde de Comas, en fin, por la bronca que armo se cayó de la tribuna un fotógrafo.
Iba transcurriendo el partido y mi amigo no llegaba. La verdad, ya estaba tranquila, me sentía en familia, hasta un tío de dos metros tenía; en eso Waldir Sáenz mete un gol y yo gritando:
¡¡¡Goooooooollll!!!
emocionada con la nueva familia. Cuando me di cuenta estaba abrazada de un negro dos veces
más alto que yo, pero qué mierda, era un gol. Todos cantábamos y la banderola de Alianza Lima por encima de nosotros, cubriéndonos a todos.
¡¡Qué chévere, que paja!!

Faltando quince minutos para que termine el clásico quedando como ganador Alianza, cuando apareció Betico, ese gordinflón, todo el partido se la pasó en la barra brava.

Bueno, al principio tuve miedo, pero, al final no la pase mal.

Ahora dudo mucho que vuelva a ir al estadio a ver un clásico... y menos con Betico.