El vago
Vago era un perrito que se quedaba a dormir en la ferretería de mi amiga Saira. La seguía a todos lados y, como yo siempre camino con Saira, lo mismo empezó a hacer conmigo, quedándose, a veces, en la casa de Saira o en la mía.
¡¡Pero, qué perro para cargosazo!!
Un sábado quedé con Saira en ir a una discoteca, “Planet”, en el mismo Villa El Salvador.
Fuimos y, al bajar del taxi, el Vago estaba con nosotras. Le dije a Saira: ignóralo has de cuenta que no lo conoces. Pero, imposible; este no se desprendía de nuestro lado. Tratamos de no hacerle caso, pero, cuando estábamos por ingresar a la disco, Vago quería ingresar con nosotras. Ptm, qué roche.
El pata de seguridad pregunto
- ¿Su perrito?
- ¡No, no, no!
Y este perro pulgoso se metió a la discoteca. Con nosotras no era, hasta que por fin lo sacaron.
¡¡Pero, qué perro para cargosazo!!
Un sábado quedé con Saira en ir a una discoteca, “Planet”, en el mismo Villa El Salvador.
Fuimos y, al bajar del taxi, el Vago estaba con nosotras. Le dije a Saira: ignóralo has de cuenta que no lo conoces. Pero, imposible; este no se desprendía de nuestro lado. Tratamos de no hacerle caso, pero, cuando estábamos por ingresar a la disco, Vago quería ingresar con nosotras. Ptm, qué roche.
El pata de seguridad pregunto
- ¿Su perrito?
- ¡No, no, no!
Y este perro pulgoso se metió a la discoteca. Con nosotras no era, hasta que por fin lo sacaron.
En los días siguientes no dejábamos de hablar sobre ese incidente.
Pasaron como tres semanas y un amigo me invitó a ir a la misma discoteca. Él no sabía de la existencia del Vago.
Muy feliz yo cerca de la discoteca y cuando llego el Vago estaba esperándome en la puerta.
Ptm, me puse roja. Cuando estoy por ingresar, el Vago se prendió de la basta de mi pantalón, como vengándose de mí. Estaba en un tire y jale con el pulgoso y todo el mundo se reía de la malcriadés de un perro que ni siquiera era mío.
¡¡¡Qué vergüenza!!!
Pasaron como tres semanas y un amigo me invitó a ir a la misma discoteca. Él no sabía de la existencia del Vago.
Muy feliz yo cerca de la discoteca y cuando llego el Vago estaba esperándome en la puerta.
Ptm, me puse roja. Cuando estoy por ingresar, el Vago se prendió de la basta de mi pantalón, como vengándose de mí. Estaba en un tire y jale con el pulgoso y todo el mundo se reía de la malcriadés de un perro que ni siquiera era mío.
¡¡¡Qué vergüenza!!!
Mi amigo se hizo a un lado como diciendo yo vengo solo, ella viene con el Vago maldito.
Un tiempo después, Vago mordió a un niño y no quedo otra que llevarlo donde el veterinario
chesuuu lo siento vago